Cali Disertaciones inútiles

Cali, la ‘Sultana’, la fortaleza

Cerca está la piscina. Cali, otra vez; quizás más pronto de lo esperado. Cali y las viejitas en la piscina siguiendo las órdenes del instructor: «colóquense los tapones… ¿comieron banano? No quiero a ninguna con calambres hoy». Cali y el sol; y mi hija que viene a lo lejos, dando pasitos, escapando del calor del piso, con su vestido de baño de Hello Kitty. También lleva tapones, como las viejitas.

Esta vez Cali es mi refugio, el regreso al pasado, el pararrayos, una especie de trinchera familiar en donde no pueden entrar ni los golpes ni las palabras de los hijos de puta que quieren patearme el culo últimamente. Cali, fortaleza. Cali espejo en el que rebotan las malas vibraciones. Mi rutina es simple: me levanto, me tomó un jugo de naranja, bebo un macchiato hecho en la Dolce Gusto, como una rebanada de pan danés de El Molino, bajo a la piscina, pataleo con mi hija, luego me quedo un rato tomando el sol (buscando el cáncer), oyendo canciones viejas, las que oía cuando crecía en esta ciudad caliente.

Almuerzo. Lavo los platos. Pienso, reposo, voy al cine con M y A, me tomo una cerveza e intento alejar las noticias de otros lugares. Escucho las voces entre el bochorno: «Relajate, ve, todo va estar bien, ¿ya viste a tu cucha?». A mi madre la vi varias veces, sí, por fortuna. Está bien ver a la vieja. Ahí, en su reino, en todo el centro de Cali. En un viejo edificio, en el piso tres. ¿Quieren mi cabeza? Vengan acá, a ver si son tan machos, vengan, pirobos, que aquí les damos, que la gallada no se arruga, que a machetazo limpio los encendemos, aquí en Cali no me tocan, buziracos, diablos aparecidos, brujas de los demonios de la altiplanicie, criaturas de Tenochtitlán; vénganse todos y de uno en uno los vamos devolviendo, neutralizando, poniéndoles el tate quieto; vénganse, que aquí, como a los pollos, los pelamos. La pelea es peliando pues, mijos. A ver quién queda parado después de la batalla. Mis ninjas y yo los esperamos con el machete en las manos. Agúzate.

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